miércoles, 20 de marzo de 2013

Fred Astaire y Ginger Rogers

La época de oro de los clásicos musicales fue en la década de los 30 y la primera mitad de los 40. La crisis económica en Estados Unidos exigía un descanso y la mayoría de tramas de estas películas se ambientaban en lujosos hoteles y tenían como protagonistas a adinerados personajes. Eran tres productoras que definieron su propio estilo musical: la Warner, la Metro y la RKO.

Fue la última quien le echó el ojo a Fred Astaire, un orejón que se estaba quedando calvo, pero que bailaba con una agilidad tremenda y tenía un carisma casi incomparable. Sin embargo, su salto a la fama no lo hubiera podido dar sin la no menos encantadora Ginger Rogers. Este dúo hizo un total de diez películas, de las cuales ocho eran con roles protagónicos y solo la última a color.

No era un secreto que Astaire era superior a Rogers en técnica de baile, pero lo que la hacía tan especial es que ella no dejaba de actuar cuando el baile comenzaba, es más "la razón por la que muchas mujeres han fantaseado con bailar con Fred Astaire es que Ginger Rogers transmitía la impresión de que bailar con él era la experiencia más emocionante imaginable."

Dentro de la productora, la peculiar personalidad de Astaire no pasaba desapercibida. Consciente de su talento, él exigía que, en cada película, él tenía que tener una performance individual (su "sock solo") y que también debía haber mínimo dos números en pareja con Rogers, uno cómico y uno romántico. Además de eso, era conocido por su perfeccionismo. Más de una vez, Rogers terminó con los pies sangrando, pero nunca lloró y eso es algo que Astaire siempre admiró de ella.

Muchas veces, Astaire es clasificado, más que como bailarín, como músico, pues, fuera de dominar coreografías a la perfección, sus movimientos se veían tan naturales que se decía que su cuerpo era un instrumento. Sus aportes a la comedia musical son, primero, que los bailes sean grabados en una toma y con la cámara casi inmóvil, para que se pudiera apreciar la belleza y esfuerzo de la coreografía. Lo segundo y más importante fue que él exigía que las canciones y rutinas de bailes debían estar incorporadas en la historia y su desarrollo.

En lo que respecta a Fred y Ginger como pareja, la misma Katharine Hepburn dijo que Fred le daba a Ginger clase, mientras que ella sex appeal a él. Bailaron casi todos los géneros musicales de la época y cada número fue tan memorable como el anterior. Sin embargo, fue en los 50's que llegó la crisis de los musicales y la gente pedía más verosimilitud. Esto se juntó con la baja taquilla y la llegada de la televisión. Fue así que Fred Astaire y Ginger Rogers se separaron. Él compartió escenario con actrices de mucha mejor técnica de baile, pero la nostalgia alrededor de este dúo las opaca hasta ahora, pues cuando piensas en Fred Astaire, lo siguiente que pasa por tu cabeza es Ginger Rogers.